Partículas Magnéticas
El ensayo no destructivo por partículas magnéticas es una técnica empleada para detectar discontinuidades en materiales ferromagnéticos. Este método sencillo aprovecha la capacidad de ciertos materiales para magnetizarse. Al aplicar una corriente eléctrica, se genera un flujo magnético en la pieza, y al añadir un polvo ferromagnético, este se aglutina en zonas donde el flujo se distorsiona debido a cambios en la permeabilidad del material. Así, se pueden identificar discontinuidades superficiales y subsuperficiales hasta una profundidad aproximada de 1/4 de pulgada. El procedimiento varía según los materiales, los defectos a detectar y las condiciones del objeto inspeccionado, y es más rápido que el uso de líquidos penetrantes.
El método es aplicable a materiales ferromagnéticos como hierro, cobalto y níquel, pero no a materiales paramagnéticos o diamagnéticos debido a su baja permeabilidad magnética. Las partículas magnetizables utilizadas deben ser lo suficientemente pequeñas para detectar defectos profundos y pequeños, pero no tan pequeñas que se acumulen en irregularidades superficiales, lo que podría causar lecturas erróneas. Estas partículas pueden aplicarse en forma de polvo o suspendidas en líquidos como querosene, agua o aceite. Entre las ventajas del método destacan su rapidez, seguridad, adaptabilidad a diferentes tamaños de muestras, y la capacidad de detectar discontinuidades tanto superficiales como subsuperficiales con resultados inmediatos y confiables.